Una tercera parte de las personas mayores de 65 años padece pérdida de audición discapacitante. Así lo estima la Organización Mundial de la Salud, entidad que señala que uno de cada tres adultos mayores de 65 años tiene hipoacusia neurosensorial discapacitante (HNS).
Una pérdida discapacitante de ese sentido es aquella superior a 40 decibeles en el oído con mejor audición en los adultos. La hipoacusia neurosensorial es causada por el daño a estas células especiales o a las fibras nerviosas en el oído interno. Algunas veces, es ocasionada por el daño al nervio que lleva las señales al cerebro. Su principal causa es el envejecimiento.
En general, comienza a afectar alrededor de los 65 años y a medida que avanza la edad se hace más frecuente y, además, más severa. “El envejecimiento general de la población, debido a un marcado aumento de la expectativa de vida, ha hecho que esta sea la causa más frecuente en la actualidad de hipoacusia neurosensorial en el hombre”, explica Mauro Zernotti, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Sanatorio Allende, en Córdoba, Argentina.
Entre las enfermedades que aceleran el envejecimiento pueden mencionarse las enfermedades crónicas, como hipercolesterolemia, diabetes, hipertensión y cardiopatía, que son más comunes en el adulto mayor. Además de la presencia de hábitos dañinos para la salud, como el sedentarismo, el excesivo consumo de grasas, el estrés y la exposición a ruidos intensos, advierte Zernotti.
“En Estados Unidos, 80% de los hipoacúsicos son mayores de 65 años y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) mientras que en 2005 habían 560 millones de hipoacúsicos en el mundo, en 2015 hay 700 millones”, destaca Carlos Curet, profesor Titular de la cátedra de Otorrinolaringología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, especialista en otorrinolaringología, otoaudiólogo y doctor en Medicina.
Con información de lavoz.com.ar