Se celebró por primera vez el 24 de abril de 1996. Desde entonces, se toma el último miércoles de abril de cada año con el propósito del cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concienciación sobre las molestias y daños que generan los ruidos.
Hay diferencias entre lo que es ruido y sonido. El primero es desagradable, desordenado, asimétrico y caótico, y es considerado como un agente contaminante del mundo moderno; mientras que el segundo suele ser agradable.
Hay una relación estrecha entre el ruido excesivo y la pérdida de audición. La exposición al ruido y a niveles altos de sonido puede conllevar una pérdida de audición inducida por ruido (NIHL, siglas en inglés) y tinnitus.
¿Cuándo un ruido puede ser dañino? Cuando supera los 80 decibeles. Es importante tener presente que las probabilidades de daño se incrementan cuanto más tiempo se está expuesto a ese sonido.
Según la Organización Mundial de la Salud, se puede cuidar la salud auditiva así:
- Utilizar tapones para los oídos para ayudar a reducir el nivel de exposición al ruido.
- Limitar el tiempo que dedica a actividades ruidosas, y mantenerse lo más lejos posible de fuentes de sonido como los altavoces.
- Limitar a menos de una hora al día la utilización de los aparatos de audio personales como MP4, y siempre mantener el volumen bajo.
- Visitar al audiólogo en caso de sentir dificultad para oír sonidos agudos como el timbre, el teléfono o el despertador; para entender el habla, sobre todo por teléfono; o para seguir conversaciones en ambientes ruidosos, como restaurantes o reuniones sociales.
Fuente: Sociedad Española de Acústica