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Pérdida de la audición, vértigo y zumbidos en el oído: ¿Secuelas del coronavirus a tener en cuenta?
Aunque el COVID-19 ya no ocupa los titulares de la misma manera que al principio de la pandemia, todavía es importante estar consciente de los efectos a largo plazo que esta enfermedad puede tener en nuestro cuerpo. Si bien los síntomas respiratorios son los más conocidos, algunas personas que han pasado por la infección siguen enfrentando secuelas que afectan otros aspectos de su salud. Entre estos, los trastornos auditivos, como la pérdida de audición, el vértigo y los zumbidos en los oídos (tinnitus), han emergido como problemas que pueden persistir incluso después de la recuperación del virus.
¿Cómo puede el COVID-19 afectar la audición?
Aunque no es uno de los síntomas más comunes durante la infección, algunos estudios sugieren que el COVID-19 podría provocar daño en el sistema auditivo. Los efectos pueden incluir:
Inflamación en el oído interno: El virus podría causar inflamación en el oído interno, lo que puede afectar la capacidad de procesar los sonidos de manera efectiva. Esto podría resultar en una pérdida de audición temporal o, en algunos casos, permanente.
Infección viral: En situaciones raras, el virus podría infectar el oído medio o interno, lo que podría desencadenar una pérdida auditiva súbita. Aunque esto es infrecuente, es importante saber que podría ocurrir.
Vértigo: ¿Una secuela poco conocida?
El vértigo, o mareo severo, es otro síntoma que algunos pacientes han experimentado después de haber superado la fase aguda del COVID-19. El vértigo ocurre cuando el sistema vestibular, que es responsable del equilibrio, se ve afectado. Si el virus genera inflamación en esta área del cuerpo, puede desencadenar episodios de mareos y pérdida temporal de equilibrio, lo que dificulta la movilidad y la vida diaria.
Zumbidos en los oídos (Tinnitus)
El tinnitus, que se describe como un zumbido, pitido o silbido en los oídos, es otro efecto reportado por personas que han tenido COVID-19. Aunque el tinnitus puede tener diversas causas, el estrés físico y emocional asociado con la enfermedad, o incluso la inflamación en el oído interno provocada por el virus, pueden ser factores desencadenantes. Además, ciertos medicamentos utilizados para tratar el COVID-19 podrían contribuir al desarrollo de estos zumbidos.
¿Por qué es importante estar informado?
Aunque el COVID-19 ya no es tan frecuente en su forma grave, la posibilidad de contagiarse sigue existiendo, y con ello, las posibles secuelas en la audición. Si bien la mayoría de las personas se recuperan completamente de los síntomas más comunes del virus, es importante estar al tanto de los efectos a largo plazo que podrían afectar la calidad de vida. Si bien la investigación sobre estas secuelas auditivas sigue avanzando, es fundamental que cualquier síntoma relacionado con la audición se trate con prontitud.
¿Qué hacer si experimentas estos síntomas?
Si has tenido COVID-19 y notas síntomas como pérdida de audición, vértigo o zumbidos en los oídos, lo más recomendable es consultar a un especialista, como un audiólogo o un otorrinolaringólogo. Estos profesionales podrán realizar las pruebas necesarias para diagnosticar correctamente cualquier afectación auditiva y orientarte sobre el mejor tratamiento.
En conclusión, aunque el COVID-19 ya no es una amenaza tan inmediata, es importante que, en caso de infectarse, estés consciente de los posibles efectos a largo plazo, especialmente en la audición. Si experimentas algún síntoma auditivo, no dudes en contactarnos. Prevenir complicaciones a tiempo es clave para mantener una buena calidad de vida.