CONSEJOS PARA TRATAR A UNA PERSONA CON PÉRDIDA AUDITIVA

Cuando me incorporé a Aural en el año 2010, me planteé por primera vez cómo me sentiría si alguna vez yo sufría pérdida auditiva. ¿Qué pasaría si un día notamos que no entendemos lo que nos dicen o no escuchamos la alarma del móvil? Seguramente nos sentiríamos frustrados, inseguros, desconfiados con el mundo que nos rodea. Así que decidí que trataría de ponerme en el lugar de cada paciente que acudiese a nuestro centro.

Desde el primer contacto tenemos que transmitir interés por su situación y por los motivos que le han llevado a dar este paso. Muchos lo habrán hecho tras años sufriendo problemas de audición, otros empujados por su familia, algunos tras un diagnóstico del ORL, pero en todos los casos debemos acompañarlos y guiarlos en esta nueva etapa.

¿Cómo debe ser un profesional que trata a personas con pérdida auditiva?

Confianza

 

Si queremos que esta relación perdure en el tiempo y tener pacientes satisfechos debemos generar confianza. Para ello tenemos que ser sinceros y profesionales, lo que en muchas ocasiones se traduce en ajustar expectativas, tanto del paciente como de su entorno. Este punto es de vital importancia, ya que muchas veces caemos en el error de tratar a los pacientes como nos gustaría que lo hiciesen con nosotros, pero puede ser que sus preferencias no coincidan con las nuestras.

Escucha activa

 

Hay pacientes a los que hay que dar la información de manera muy simple y otros que nos demandan las fichas técnicas del audífono, pacientes directos y otros más filosóficos… Por todo ello, debemos prestar atención a los detalles y señales que se producen en las visitas para poder tratarlos como a la persona única que son. En este punto es fundamental una escucha activa y procesar la información que recibamos de los pacientes, teniendo en cuenta tanto la comunicación verbal como la no verbal.

Todos hemos pasado por situaciones en las que los pacientes nos responden una cosa, pero por sus gestos o su postura corporal, sabemos que no están pensando lo que expresan verbalmente. Si este aspecto es importante en cualquier relación, con personas con dificultad auditiva es vital.

 

Empatía

Por todo ello, es indispensable que el profesional que interactúa con las personas con pérdida auditiva sea empático, entendiendo la empatía como la capacidad de comprender los sentimientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar. Me gustaría, en este sentido, compartir con vosotros los 5 enemigos de la empatía según la psicóloga sanitaria Julia Vidal:

Egocentrismo: ser incapaces de salir de nuestra perspectiva, de nuestro enfoque.

La crítica: priorizar expresar lo que necesitamos decir en cualquier situación.

El juicio: ejercer el rol de juez sin que nos lo pidan.

La simplificación: reducir la situación de la otra persona a lo que conocemos o experimentamos.

La inhabilidad emocional: ser incapaces de identificar las emociones en los demás.

Por otra parte, hemos reducido el contacto físico a lo indispensable, pero esperemos recuperar los abrazos y apretones de manos en poco tiempo